El arte es la materialización de un delirio

El arte es la materialización de un delirio

domingo, 31 de mayo de 2015

Hiperrealismo? No, gracias

Algunos ojos críticos me comentan que mis representados son demasiado guapos. Pues si, para que negarlo. Ya que nos ponemos a homenajear, lo hacemos bien.
 
Me gusta crear belleza, llegar a los límites creíbles de virtud y darle un aire solemne a la escultura. Si vamos a subir en un pedestal a alguien, de alguna manera tiene que reflejarse su grandeza. Como? Pues dándole belleza, pensamiento y solemnidad. Imprimir belleza a una escultura es fácil si te ajustas a unos cánones neutros. Para que aporte pensamiento busco que personaje y espectador interactúen, que ambos se hablen con la mirada e incluso puedan conversar. Y una postura natural pero orgullosa le da la solemnidad que requiero.
 
 
 
 
 
Os presento a Beatriz Galindo. Escritora y preceptora de Isabel la Católica. Ideal de mujer culta. Seguramente no fuera tan hermosa, ni llevara escote. Tampoco creo que portara un libro en sus manos a cualquier hora del día, pero ya que fue pionera en una época en que las humanidades estaban restringidas a los hombres, quise ensalzarla en su faceta de mujer y persona de letras.
 
Idealicemos al personaje y su circunstancia. La realidad es bastante fea de por sí, así que soñemos...
 
 
 
 
Saludos, amigos

lunes, 18 de mayo de 2015

Vocaciones frustradas

No es la primera vez que me dicen: "Pues fíjate que a mi me hubiera encantado ser artista". Pues fíjese que me pasa lo mismo con el Ejército. Desde bien pequeño me escapaba a comprar cajas de soldaditos y montar batallitas en casa. Mi madre bien lo sabe. Quizá sea ella la que me inculcó el amor por el Ejército y los valores castrenses. Mi abuelo, el Coronel Sánchez Losada, al que no llegué a conocer,  sirvió valientemente en el Regimiento de Caballería durante la guerra de África. También se hablaba en casa de cuando mi tío abuelo D. Manuel Zaballos Sánchez, Coronel de Alabarderos, sacó a la Reina Victoria Eugenia de España al proclamarse la República. Y por supuesto, las historias de primera mano contadas por mi querido tío Salva, Comandante de Aviación, y que gracias a él, conservo el fascinante sable de mi abuelo. Todas estas historias familiares fueron calando hondo en el corazón de aquel niño ávido de aventuras y hazañas gloriosas contadas en blanco y negro.
 
Mi abuelo en 1918 cuando aún era Sargento en Melilla
 
 
Pero el destino tenía otros planes para mi. Quiso que heredara el talento de mi padre para las artes y el dominio de la materia, así que aquellos sueños de héroes valerosos se transformaron en sueños mas etéreos y espirituales.
 
No obstante, creo que de alguna manera he intentado mantener vivas aquellas ensoñaciones. Cuando me han encargado una escultura militar, he trabajado con pasión, orgullo y coraje. El estudio se convierte en mi campo de batalla, me pongo a las órdenes del cliente, ataco la escultura por todos los frentes y defiendo la obra a capa y espada.
 
Pocas licencias artísticas me he concedido a lo largo de mi carrera, pero con el monumento a nuestro escritor mas ilustre, Cervantes, quise rendir un secreto homenaje a todos esos soldados anónimos que se han dejado la piel y la vida defendiendo nuestro país, nuestra cultura y a nuestra gente. Un Cervantes a las ordenes de D. Juan de Austria, orgulloso de haber participado en una batalla que según sus palabras fue "la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros". Quizá el plomo que dejó inmóvil la mano al manco de Lepanto también frustró su vocación militar, pero nos ha regalado la mas bella obra literaria de todos los tiempos. No está mal el cambio.
 
 
 
 

jueves, 14 de mayo de 2015

Vestir a una Reina

Puede parecer que no tiene importancia, pero para un escultor que se ciñe al máximo a la veracidad del personaje, acertar a la hora de decidir el vestuario puede suponer todo un reto. Por supuesto, la actitud de la escultura es fundamental, pero... y si me equivoco con una cremallera fuera de época? y si pongo una bota de montar cuando aún no existían? Como vestía? Como calzaban? Además de toda la documentación que pueda recopilar, tengo que procurarme ropas fabricadas con telas que proporcionen unas caídas reales y adecuadas a como quiero inmortalizar al personaje. No olvidemos que una escultura de bronce es eterna y así pasará a la historia. En estos tiempos en que todos tenemos acceso a información fidedigna y a cualquier tipo de archivo histórico, tengo que ser sumamente cuidadoso con estos detalles. Para muestra un botón.
 
 
 
Isabel la Católica, grande entre las grandes, gloria de nuestra historia, mujer firme, valiente y decidida, resolutiva en cualquier empresa que se proponía. Un personaje brutal. Como debería vestir una Reina que encarnara la grandeza de un Imperio?
 
Yo quise que mi Isabel fuera bella, solemne y representativa de su Reino. Me acordé de Sigourney Weaver cuando aparecía junto a Gerard Depardieu, en 1492 La Conquista del Paraíso. La Católica y Colón entrando triunfantes en la Corte. El manto era espectacular. Llevaba bordados vistosamente los escudos de Castilla, León, Aragón y Sicilia.
 
 
 
 
 
Y así fue. Bordé con bronce en lugar de hilo y me esmeré en que cada detalle contara su propia historia. Aquí el resultado:
 
 
Mi sorpresa vino cuando, muchos años después, viendo la serie de TVE Isabel, me encontré con esto:
 
 
 
Pues parece que no me equivocaba tanto...
 
 
 
 

lunes, 11 de mayo de 2015

Musica ambiental

 
 
Uno de los instrumentos fundamentales que necesito cuando empiezo una escultura es la música que sonará en el estudio. Tengo la sanísima costumbre de procurar empatizar con el personaje, teletransportarme a su contexto histórico y adaptarme a sus circunstancias. Además de leer todo lo que cae en mis manos sobre la persona en cuestión, procuro elaborar una lista de reproducción con la música de la época o que me inspire el ardor necesario para llevar a buen puerto el proyecto. Al cabo de los años me he juntado con una colección de discos de lo más ecléctica. Si para retratar a Julio Robles, escuchaba a Rafael Farina y su Salmanca, tierra mía, para homenajear al Peregrino Xacobeo hacía lo propio con la BSO de La Misión. La gaita de Hevia amenizaba el trabajo con Don Pelayo, la BSO de El Reino de los Cielos con Fernán González y la de 1492 La Conquista del Paraíso con Isabel la Católica. También recomiendo escuchar a Boccherini mientras se observa el Monumento a Blas de Lezo. Mi costumbre de pulsar insistentemente el botón de volver a reproducir, me hizo aprenderme de memoria el Poema Los Comuneros de Luis López Álvarez interpretado por el Nuevo Mester de Juglaría. Claro que cuando terminé el Monumento a los Comuneros estaba tan poseído por el personaje principal que le preguntaba a mi mujer: ¿Escuchas? ¿Oyes el ruido de fondo? El rugido de cientos de hombres a lo lejos, el rechinar de las espadas desenvainándose, Alonso de Arreo, desgañitándose en la última arenga a sus tropas. Preparémonos para la batalla final, mañana nos peleamos con el molde.

sábado, 9 de mayo de 2015

La escultura es cultura



A lo largo de estos años, me han hecho preguntas descabelladas sobre mi profesión, así que cuando el Colegio Mayol de Toledo, me invitó a participar en las jornadas culturales ni me lo pensé. Creo que la falta de criterio a la hora de valorar una obra de arte, viene condicionada por el desconocimiento mas absoluto sobre el proceso de creación. Nos jactamos de conocer y opinar sobre todo gracias a la sobredosis de información que recibimos a diario a través de medios y redes sociales, pero es humanamente imposible abarcar todos los campos, así que dentro de mi humilde experiencia quise que los chavales profundizaran en la disciplina mas desconocida de las bellas artes. Con el título: "Procesos y principios", lo que iba a ser un monólogo se convirtió en un debate en el que preguntas, repuestas y opiniones se iban exponiendo a un ritmo frenético. El interés que mostraron me hace pensar que la cultura siempre será el gran pilar de la sociedad, el motor de nuestra evolución y la forma mas sublime de expresión. Me encanta pensar que alguno de los chicos responda en el futuro a la llamada de las musas. Quien sabe

Tal día como hoy

 
 
Hace justamente un año que me embarqué en el proyecto mas apasionante, hasta hoy, de mi carrera. Recuerdo perfectamente las sensaciones que me invadieron cuando me llamaron para decirme que me habían elegido para representar en Madrid a uno de los grandes, de los grandes con mayúsculas, héroes de nuestra patria. En ese momento se apoderó de mí una grandísima responsabilidad, para con la ciudad que me vio nacer y sobre todo para con D. Blas de Lezo. Por algún extraño motivo, llamémosle la visita de las musas, sabía perfectamente lo que tenía que hacer, como hacerlo y de que manera. Creo que nunca he trabajado con tanta seguridad y a la vez, tanto esfuerzo como entonces. El estudio se convirtió en un caos ordenado, acompasado, medido y bien estructurado para que todo saliera a la perfección. Hay mucho que contar, pero eso será otro día. El proyecto en el que estoy trabajando a día de hoy y la reproducción de la replicas del monumento a Blas de Lezo me ocupan todo el tiempo. Curioso, verdad? Hace un año empecé a dar forma a D. Blas en mas de tres metros de altura, y a día de hoy me encuentro dándole forma a 50 cm. A veces tengo la sensación de que Blas de Lezo se quedará conmigo para siempre. En el estudio, cojeando, observándome con un solo ojo y contándome las mil batallas que rodearon su vida en el mar.

Comencemos por el principio

 
 
Bienvenid@. Por qué un blog? Digamos que estoy en plena catarsis. La web donde podíais ver la obra de todos estos años, se me queda corta a la hora de poder expresarme. Necesito mostrarme, plantear inquietudes y compartir emociones, y algo tan sencillo como este blog me proporciona la cercanía que busco hacía vosotros.

No sabría muy bien por donde empezar. Quizá debería hacerlo por las obras importantes. Aquellas que por su localización o temática han tenido mayor proyección mediática, pero lo que me pide el cuerpo es recordar los comienzos, aquellos sufrimientos previos a lo que soy hoy, fruto de la inexperiencia. Os presento mi primera obra monumental, La Libertad. La realicé con muchísima ilusión, con la autosuficiencia propia de la juventud y con un mimo exquisito. La podéis encontrar en Alcorcón (Madrid), muy cerquita del Ayuntamiento. Os dejo con una poesía de Antonio Pascual Alcaide y una fotografía de la libertad desnuda, sin limites, soñadora.

Estoy sentado y miro, absorto, el movimiento del vacío:

perfume visible que da existencia y vida invisible a la imaginación.

Pienso, respiro ideas; unas libertarias, pero las más condicionadas

y sometidas a todas y cada una de las llamas que a nuestra voluntad rodean.

Observo con quietud depredadora la rama inquieta

en que viven mis fantasmas y espectros insatisfechos.

Espero, sin esperanza alguna, toda inspiración, ahora ausente.

Contemplo con paciencia y sapiencia contenida

el diluir de mi gaseoso ánimo. Todo es abstracción:

intentos imberbes; refugios nevados sin interés para el

bello paisaje del que forman parte.

Todo es espera; desespera mi alma y espesa

el peso sólido de la fría llama:

duerme ya el calambur y la inapetente metáfora dormida.

Pero, de repente, brota del silencio la diana floreada,

la explosión atómica en el intelecto: sinfónico

estallido sin lógica ni demostración empírica.

Toda idea nascente en los artificios del cielo

vierte su luz en mi ánfora modelada con pólvora eléctrica.

Aprieta el agua el cuello de la clepsidra

con el goteo intermitente de religiosos segundos concedidos.

Nace del caos y del abismo el fuego reconciliador:

nace la idea, la forma, la materia, nace lo que nace...

Y mi ánimo respira condensada satisfacción

al ver que mi mente está contenta.

Todo es forma viva en ese maldito y callado amasijo de barro:

montaña de lodo que observo y miro y atisbo desde lo alto.

Todo habla, palpita, al fin; canta el alba tras el lutado silencio.

De la nada nace un símbolo: un ideario.

Mi mente, mis manos

han dado vida a esta escultura viva:

y hoy nace de mis mortales manos.

Nace viva y serena y pulida como el sol de primavera.

Vive y nace en luz broncina,

y rompe su cuerpo con su torso desnudo, desvistiendo así, su sedosa alma.

Todo es libre: su alma, su cuerpo, su mente, su palabra,

su aire, sus huellas, sus manos, mis manos...

Todo es libertad entera.